Días de esquileo para Iván, joven ganadero de Hita

Ya está en Hita la cuadrilla de especialistas que cada primavera se ocupan de esquilar a las ovejas de Iván, el joven ganadero de Hita. Según comentan, el interés por esa profesión casi extinguida crece cada año.

La esquila se realiza por dos motivos principales: el primero es para reunir y vender lana de oveja, pero el segundo, aún más importante, es quitarle a la oveja su tupido abrigo que podría darle demasiado calor en verano. Si no se esquilan las ovejas, estas podrían sentirse incómodas y posiblemente dejen de estar saludables, debido a que la tierra puede apelmazarse en su lana. Por lo tanto, aunque no se venda la lana, se deben esquilar las ovejas al menos una vez al año.

La esquila es un trabajo muy difícil aunque no lo parezca. Requiere confianza, habilidad y fuerza. En apenas un par de minutos la oveja se queda sin lana. Para evitar estresar al animal, afectando así su salud, se utilizan casi exclusivamente cortadoras eléctricas.

Lo primero que hacen los esquiladores es colocar a la oveja en la posición correcta, que va cambiando a lo largo de la esquila. El esquilador utiliza su mano izquierda o no dominante, para mantener la piel estirada y evitar cortes. Las pasadas que dan son largas y realizadas con seguridad

Orden de la esquila:

- Barriga. 

- Interior de las patas traseras y de la entrepierna

- Pata posterior izquierda y la cola.

- Pecho, pescuezo y quijada.

- Hombro izquierdo

- Lomo de la oveja

- Pata y cuarto trasero derecho.